No queríamos comenzar a escribir sin antes mencionar quienes hemos protagonizado esta maravillosa aventura por la Puna Argentina.
A la luz de lo acontecido en estos días que han pasado podemos decir que hemos vivido momentos hermosos cargados de emociones, paisajes incomensurables, imágenes, colores, alegrías, experiencias de vida, recuerdos de los seres queridos que no estaban allí con nosotros y que a veces extrañábamos y en donde la solidaridad, el compañerismo, la comprensión, la tolerancia y el respeto entre quienes integramos la travesía fueron un denominador común que hizo de esta experiencia un grato recuerdo que perdurará en nuestros corazones.
La Transpuna fue producto de un trabajo cuidadosamente planificado y ejecutado con un criterio sumamente profesional en donde siempre se primó una actitud responsable, consciente de las limitaciones que esta maravillosa geografía nos imponía y que nos ha puesto una y otra vez bajo riguroso exámen.
Tampoco podemos dejar de obviar los agradecimientos a toda esta hermosa gente de la Puna que con sus gestos nos han tendido su mano solidaria brindándonos información sobre los caminos, ayuda mecánica, alojamiento, una comida caliente, el transporte del combustible necesario para la travesía o el simple pero muy hermoso obsequio de un rosario para cada uno de nosotros que recibimos de mano de Vilma en Coranzulí. Sería ciertamente injusto si no nombrara al Sr. Burgos de Abra Pampa quien tranportó en el micro el combustible, a Mácximo, el Director de la Escuela Nº 127 de Cusi Cusi, todo el personal directivo, docentes y no docentes de dicha escuela como así también los niños de dicha escuela quienes nos han hecho sentir muy felices, a quienes en el camino anónimamente nos han proporcionado datos de suma utilidad que nos permitió confirmar lo que cómodamente hemos planificado desde un escritorio y frente a una PC - o lo que nos hizo desconfirmar -, de la pequeña Celeste Nieves Flores que nos llevó de un lado a otro por todo Paicone, del Sr. Adolfo Cruz quien nos condujo hasta la casa de Vilma en Coranzulí y quien nos cobijó en su casa con la cálidez y hospitalidad típica del habitante Puneño, de la gente del restaurante Huayra Huasi quien guardó los bidones de combustible hasta la llegada de José Piu para que los transportase hasta Tolar Grande, de Lorenzo Pilar Martínez de Tolar Grande quien habiéndonos seguido por internet supo que íbamos a encarar la entrada a Tolar Grande por la Ruta Provincial 129 y por ello eligió hacer ese camino de vuelta llevando turistas a Salta por dicho camino para interceptarnos en el mismo por si teníamos inconvenientes, de las hijas de Lorenzo quienes siempre prepararon cosas ríquisimas, de Aldo Concepción Martínez - Sec. de Gobierno de Tolar Grande- quien puso a disposición la camioneta del Intendente para que podamos hacer al menos una excursión, de la inolvidable y querídisima Pascuala Vázquez de Antofagasta de la Sierra quien con su corazón y hospitalidad nos alojó en su casa y de todos los Locos y Locas de la Puna que aún no conociéndonos nos han alentado desde internet.
A todos gracias totales!!!.
Tras todos estos agradecimientos pasamos a presentarnos:
Fabián "Chugo" D' Onofrio. 41 años. Viajero metódico y apasionado. Desde la Ciudad de Olavarría y al mando de su Renault 12 TL modelo 1981 a quien le hemos colocado el simpático mote de "tractor", es uno de los principales artífices de esta hermosa gesta. Lleva en su sangre las huellas de los caminos mamada desde pequeño cuando ha recorrido gran parte del país junto a sus padres.
Deborah "la flaca" Iglesias. 34 años. Esposa de Chugo, madre y fiel compañera de fierro, una aventurera intrépida que está siempre dispuesta a aportar las soluciones más prácticas que hechan luz cuando el embotamiento de la Puna no te deja pensar o cuando lo hace en forma incrorrecta. Sin lugar a dudas una gran persona.
Juan Rapallini. 64 años. Experto viajero. Desde la Ciudad La Plata y al mando de su Ford Eco Sport con la que cuenta muchísimos viajes en sus alforjas conociendo como pocos lo saben la mítica Ruta Nacional 40 a lo largo de todo el país tanto su vieja como su nueva traza. Su vasta experiencia en caminos, sus conocimientos, su forma de ser metódica, su seriedad, su vitalidad y su excelente sentido del humor han sido siempre fundamentales en esta travesía.
Por último yo. 36 años. Soñador de causas justas. Un apasionado del nuestro Noroeste que trató en todo momento de aportar su conocimiento para que la empresa llevada a cabo llegara a buen puerto. De este viaje y de esta maravillosa experiencia seguramente saldrán algunos pequeños aportes para que la voz de estos pueblos lleguen a los oídos de quienes nos representan.
Bienvenidos a Locos x la Puna.
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