DE SUSQUES A SAN ANTONIO DE LOS COBRES POR LA 40.

Desde bien temprano Deborah se levantó y salió a dar una vuelta por el pueblo Susques mientras Chugo iba en búsqueda de nosotros que nos aprontábamos a acomodar las mochilas. Previo a buscarnos, Chugo inspecciona el auto, el cual había sido lavado cuidadosamente por Deborah en el día anterior...lucía perfecto. Sin embargo sobrellevaba la preocupación porque no cerraba bien el capot.

Luego de desayunar y de abonar la habitación ($ 45,- cada uno), nos dirigimos a los autos y emprendimos nuestra marcha, eran las 9:05 horas y nos esperaba una larga jornada.

Estuvimos tratando de averiguar sobre la existencia de un taller mecánico pero lamentablemente lo único que econtramos fue una gomería quien nos dió una mano con una reparación rudimentaria con un taco de madera que permitía levantar el capot y un alambre que lo sostenía.

Por suerte esta reparación fue bastante buena e incluso le proporcionó una entrada de aire adicional al escaso oxigeno existente en la Puna.

Una vez "reparado" salimos nuevamente a la conquista de la mítica Ruta Nacional 40, transitando previamente unos Km. por la Ruta Nacional 52.

Al llegar a la entrada del Complejo Hotelero Pastos Chicos nuestro camino vira a mano izquierda (esto es siempre viniendo desde Susques) y tomamos la mítica Ruta Nacional 40. En la foto podemos apreciar que unos metros más adelante nos espera el Renault 12 en otro cartel que señala las distancias que hay hasta Huancar y Puesto Sey 22 y 72 Km. respectivamente.

Eran las 10:40 cuando tomamos la Ruta Nacional 40. Una importante cantidad de carteles indican que se trata de la ni más ni menos que de la "mítica". En uno de esos carteles indica también la distancia de otro pueblo intermedio entre Huancar y Puesto Sey que es Pastos Chicos (a 52 Km.). Como es de esperar no resistimos la tentación de parar allí y tomar cuantas fotos quisiéramos.

Los V4 posan para la foto junto al tractor y el cartel de la mítica Ruta Nacional 40.

Los copilotos en acción.

Como es nuestra costumbre, en Susques habíamos preguntado también por el estado de la Ruta Nacional 40 en este tramo y nos dijeron que el mismo hasta el límite con Salta se encontraba en muy buen estado. Una vez más debemos decir que nos han proporcionado información muy buena respecto del estado del camino, ya que la Ruta 40 en este tramo (hasta el límite con Salta) presenta un muy buen estado general, pendientes suaves, curvas y contracurvas no muy pronunciadas y con muy buena señalización. Con Chugo y con Juan varias veces hemos hablado de ello y llegamos a la conclusión que es intensión por lo menos de parte de la Provincia de Jujuy que la traza definitiva de la Ruta Nacional 40 pase por allí.

Los paisajes por los que estamos transitando son realmente deslumbrantes de modo tal que los 22 km. que separan el cruce de la Ruta Nacional 52 de Huancar los hicimos en algo más de 40 minutos, transitando lentamente, parando y disfrutando de los paisajes maravillosos del camino.

Fotos gentileza de Chugo.

Al llegar a Huancar nos encontramos con un lugar sencillamente maravilloso. Lo primero que puede apreciarse en la falda de uno de sus cerros es una inscripción con piedras que dice "100 años unidos a Dios y la Patria". En rigor a la verdad el pueblo cuenta con más de cien años ya que la confección de este cartel data de algunos años atrás.

La Ruta Nacional 40 se adentra en el pueblo y pasa por medio de ella. Las casitas de adobe con su techo de paja brava son una constante del pueblo, siendo este a mi criterio el más pintoresco de los tres que visitaríamos en ese día.

Deborah y niñas de Huancar (foto gentileza de Chugo)

Cementerio.

Vistas parciales del pueblo.

Diversas vistas de la Iglesia.

Nuestro camino continuó luego de estar allí entre quince y veinte minutos. A poco de andar por la ruta nos encontramos con un arenal que le da origen al nombre del pueblo. Allí paramos por un instante a tomarnos algunas fotos.

Nuestro viaje continúa luego de ello hasta el pueblo de Pastos Chicos. A lo lejos puede observarse el Volcán Tuzgle que custodia como un centinela el paisaje de la Puna.

La Ruta Nacional 40 presenta en todo el tramo un excelente estado y es en efecto un camino bien ancho. En el acceso al pueblo puede divisarse que en una de las faldas de sus montañas hay un cartel con piedras que dice "Pastos Chicos, la estrella que brilla". Sin embargo, si uno fuera desprevenido jamás podría obviar la buena señalización y los accesos que hay al mismo.

A diferencia de Huancar, para acceder a Pastos Chicos hay que desviarse un kilómetro de la Ruta Nacional 40. El pueblo se presenta separado en dos partes bien distinguidas una de ellas que pertenece al viejo pueblo y otra más moderna.

Estuvimos recorriendo primero la zona más moderna, la cual cuenta con escuela, radio, sala de primeros auxilios, policía, una cabina telefónica, un centro tecnológico e incluso alojamiento.

Deborah aprovechó la existencia de teléfono para comunicarse con sus hijas que se encontraban en Olavarría.

Luego de estar allí por un rato, tomamos camino hacia la zona vieja y estuvimos un rato en la iglesia consagrada a la Virgen del Valle construida en la decáda del 50. La misma se encontraba abierta, su interior muy humilde albergaba un cancionero y oraciones religiosas escritos en Castellano y en Quechua como modo de conservar las tradiciones y el idioma de los ancestros.

Cartel de acceso (Foto gentileza de Chugo).

Seguimos nuestra marcha por la Ruta Nacional 40 y a las 13:30 horas alcanzamos el pueblo de Puesto Sey. En una de las laderas de sus montañas también tiene un cartel que dice "símbolo puneño". A lo lejos la presencia del Tuzgle se agiganta y domina el horizonte.

Fotos de Puesto Sey.

En Puesto Sey estuvimos un largo rato, incluso hablando con gente del pueblo que se encontraba lavando a mano la ropa del hogar. En el interín en que nos encontrábamos hablando con esta familia, dos chicos jugaban a la pelota. Como si hubiera sido a propósito patean la pelota y la dejan cerca de donde estaba a lo que la alcanzo con un derechazo que los espanta. Esto sirvió para que ya tentado con "la redonda" me ponga a atajar unos tiritos que me tiró Chugo y Juan. Prometí hacer una voladita como en otrora.

Antes de partir de Puesto Sey aprovechamos para hacer una recarga de los tanques de combustible y ya siendo las 14:05 horas nos despedimos del lugar.

Las perlas del camino estaban todavía por verse y sin dudas la zona conocida como La Juguetería es una de ellas. Llegamos allí a las 14:25 horas y sin dudas disfrutamos muchísimo del lugar.

Con uds. una de las perlitas de este trayecto!!!

Nos acompañaba en el camino el Río Pastos Chicos y estas gigantescas moles de piedra que parecen desafiar la ley de la gravedad. Todos los integrantes estábamos extasiados con el paisaje sacando muchas fotos como en mi caso y en el de Chugo, subiendo a algunas piedras como ya característicamente lo vino haciendo la flaca en toda la Transpuna o haciendo el salto del charco como lo hizo una y otra vez Juan. En el horizonte, ya más cerca podía apreciarse el gigante dormido del Tuzgle.

Seguimos recorriendo la Ruta Nacional 40 y nuestra próxima parada fue las Termas del Tuzgle en donde Deborah se dió un reparador baño caliente en sus pies.

En lo que a mi respecta más me atrajo la figura del Volcán que las termas en sí, pero no puedo dejar de confesar que esta parte del trayecto es muy pero muy linda.

Entre las 15:20  y 15:40 accedimos a diversos puntos panorámicos del Volcán Tuzgle. Aquí algunas fotos de este coloso.

A las 15:50 llegamos al límite con la Provincia de Salta. Dejábamos la Provincia de Jujuy definitivamente y con ello también dejamos atrás una Ruta Nacional 40 en un inmejorable estado.

Delante nuestro teníamos un tramo de la ruta muy distinto al que veníamos transitando con un camino sumamente angosto con serrucho, piedras y arenilla y que transita en su mayor parte por el lecho del Río Polvorilla.

Teníamos datos sobre la zona y sabíamos que las autoridades salteñas no quieren saber nada de que la Ruta 40 pase por allí debido a que podría afectar la vega de Soicamán que nutre en gran parte de agua a la zona y a la población allí afincada. Otro de los motivos es el temor de que al hacer pasar la 40 por debajo del Viaducto de la Polvorilla esto genere un impacto negativo en la estructura de semejante obra de ingeniería diseñada por el Ingeniero Charles Fontaine Maury.

Límite Jujuy - Salta.

Vega de Soicamán (4350 msnm).

El colorido del paisaje no deja de sorprender.

Y una secuencia fotográfica del Renault 12 transitando por la traza de la Ruta 40 hacia San Antonio de los Cobres.

Como bien dije antes el paisaje no deja de sorprender y sin prisa pero sin pausa seguimos nuestro camino tomando todas las precauciones del caso hasta San Antonio de los Cobres.

En el camino nos encontramos con una burra que recién había parido a su cría y que estuvimos tratando de ver por un largo tiempo si el mismo se incorporaba pero todavía llevaba muy poco tiempo de nacido así que "obligados" porque Chugo ya nos llevaba una considerable distancia es que seguimos nuestro camino.

Poco a poco el colosal Viaducto de la Polvorilla se deja mostrar. Nuestro entusiasmo crece a medida en que nos acercamos y finalmente a las 16:30 lo alcanzamos.

Festejamos largo y tendido nuestro nuevo hito con abrazos y felicitaciones mutuas.

Debo confesar que cuando lo ví me pareció todavía mucho más impactante que cuando lo hice por primera vez junto a Roslie en Enero de 2009.

Estando en el Viaducto de la Polvorilla nos sacamos de encima la idea loca de continuar camino hasta el Abra de Acay ya que no habría tiempo para llegar hasta allí y volver a San Antonio de los Cobres con luz de día. Es por ello que decidimos continuar nuestra marcha hasta San Antonio de los Cobres.

Seguimos hasta San Antonio de los Cobres pasando previamente por Mina Concordia y por un mirador en donde se puede tomar un desvío para acceder a las vías del Viaducto La Polvorilla para subir al auto allí arriba. Juan tenía la intensión de tomar este desvío pero realmente hubo dos motivos que hicieron que le desaconsejara. El primero tenía que ver con que Chugo iba muy por delante nuestro hecho una fiera con el R12 en su búsqueda por llegar a San Antonio de los Cobres, el segundo es que pese al intento el desvío tenía una subidita corta pero cuya pendiente hacía golpear el piso de la Ecosport y que consideraba que no era conveniente hacer el intento y dañar al auto. Por esa razón es que seguimos con rumbo a San Antonio de los Cobres en búsqueda de alojamiento.

Como primer intento decidimos por consejo mío ir al Hostal El Palenque de Ana Paula Salva, lugar en donde nos alojamos con Roslie en enero del 2009. La falta de habitaciones para nuestro requerimiento sumado al precio nos hicieron desistir elegantemente de la oferta que ella nos hacía.

Como segundo intento nos fuimos a un hostal llamado El Rancho lugar en el que Chugo se había alojado, pero no tenían habitaciones con baño privado y sólo contaban con dormis para ese momento. Sumado a ello el precio no nos pareció conveniente en relación a la prestación del lugar.

Los temores de no conseguir un alojamiento económico comenzaban a cernirse sobre el grupo - ya nos veíamos alojados en la Hostería de las Nubes - cuyo precio le hace honor al lugar al que bautiza la hostería. Ahí fue cuando le comenté al resto que creía que en el Restaurante Huayra Huasi había alojamiento. Fuimos hasta allí y conseguimos por suerte lo que veníamos deseando: camas limpias, cómodas, baño privado, agua caliente y un precio bastante económico ($ 60,- la doble y $ 45,- la single).

Luego de tomar un muy buen baño, cenamos y de paso preguntamos como estaba el estado del camino a Santa Rosa de los Pastos Grandes. En el restaurante no sabían bien como estaba, pero de casualidad encontramos a un gendarme quien nos aseguró que el camino estaba en muy buenas condiciones.

El plan de viaje incluía que allí en el restaurante Huayra Huasi debíamos dejar unos bidones de nafta para que José Piu (Secretario de Turismo de la Municipalidad de Tolar Grande) nos hiciera el favor de transportarlos en la camioneta hasta Tolar Grande. Para ello lo contacté luego de haberme enterado que había cambiado su celular y logramos combinar dejar allí los bidones para que luego los pase a buscar él.

Así culminaba una jornada más que exitosa y nos prepárabamos para adentrarnos a la Puna profunda.