martes, 23 de marzo de 2010

Por Chugo y Deborah: El cambio de plan (1º Parte).


Ya había pasado cerca de media hora del momento en que Chugo y Deborah habían puesto proa rumbo a San Antonio de los Cobres, cuando finalmente decidimos llevar a cabo con Juan un sensible cambio de plan respecto de la planificación.
La planificación preveía que haríamos noche en Salar de Pocitos y al día siguiente saldríamos muy temprano rumbo a Antofagasta de la Sierra.
Según el mapa por mi relevado tramo a tramo en fotos satélitales denominado por los V4 como la "filcar"nos separaban 229 Km, en la Guía Firestone 2005 figuran 225 Km. en la "realidad" marcada por la Ecosport, si mal no me falla la memoria, fueron 232 Km.
Fue entonces cuando le digo a Juan:
- "Juan queda más de tres horas y media de luz, sos vos el que conducís si vos me decís si, vamos, nos vamos. En menos de tres horas seguro que estamos en el límite con Catamarca". Acto seguido de haberle dicho esto, saco el plano que había armado para mostrarle. A partir de allí yo conozco el camino. "Que vamos a hacer acá hasta que anochezca!!!"
Sin demasiadas dudas acerca de lo que le estaba diciendo, Juan sonríe y una mirada cómplice da por terminada cualquier duda.


Las fotos que aquí se ven fueron tomadas en la intersección de las Rutas Provinciales 129 y Ruta Provincial 17 días antes cuando veníamos de San Antonio de los Cobres hacia Tolar Grande.

Salimos rápidamente de Salar de Pocitos y tomamos la Ruta Provincial 17, que luego en la Provincia de Catamarca se transforma en la Ruta Provincial 43.
Un excelente camino asentado en sal compactada nos acompaña durante los primeros kilómetros. Esto nos permite desarrollar una buena velocidad.
Sin embargo, este camino no dura demasiado y da lugar a un ripio suave y muy bien mantenido. De hecho veníamos notando que muy recientemente había pasado una máquina vial alisando el terreno.


A un costado de la ruta nos acompaña el Salar de Pocitos que en este tramo presenta una tonalidad rojiza mezclada con manchones blancos de sal.



Por momentos la ruta presenta una fina arenisca y algo de serrucho. Nada grave comparando con otros caminos. Además notamos que la ruta estaba humedecida por la presencia de un camión que venía tirando agua para asentar el terreno. 
La velocidad que veníamos desarrollando hizo que pronto nos encontrásemos con la máquina vial que lentamente estaba poniendo en condiciones la ruta.


Al sobrepasar la máquina vial en el Km. 20 de la ruta, debimos sortear el montículo de tierra y piedra suelta que iba dejando la misma. Esto fue la causa del único incidente que tuvo la Ford Ecosport de Juan y la única pinchadura de ambos autos en todo el recorrido. 
Lo cierto es que en poco menos de un kilómetro de haber sobrepasado a la máquina vial nos dimos cuenta de tal inconveniente, bajamos y cambiamos el neumático. Si bien el mismo estaba bastante caliente, no llegó a dañarse y pudimos guardarlo para una segura y posterior reparación.
De este incidente no tengo registro fotográfico ya que hemos priorizado poner manos a la obra rápidamente  antes que andar sacando fotos del mismo.
Juan no podía creer la forma tonta en que había pinchado y eso fue tema de conversación en los siguientes diez minutos mientras transitábamos por una ruta en buen estado.
Eran las 17 horas y el cielo comenzó a nublarse de una manera tal que pensamos que nos iba a agarrar una inusual tormenta.
Así fue que a las 17:15 horas pasamos por el paraje de los Colorados.





A lo lejos en esta última foto puede observarse una pequeña casa. Este punto indica según los mapas que yo había confeccionado que estábamos llegando a Esquina Colorada. 
Enseguida saqué la guía "filcar" que arme con mapas satélitales y noté que no existía demasiado margen de error. También noté que tenía constantemente marcada una huella paralela, la cual atribuyo a una imagen superpuesta del Google Earth entre la vieja fotografía y la más reciente o, en su defecto, a que el ojo del satélite haya denotado que la huella paralela era ni más ni menos que el rastro dejado por una máquina vial que había ensanchado el camino antes del relevamiento de estas fotos satélitales. 
Habíamos hecho recién 60 Km. desde que salimos. 
Lamentablemente pasamos tan rápido que no pudimos sacarle fotos, sin embargo con Juan priorizamos parar unos metros más adelante para tomar fotos al paisaje




Tras pasar estas pequeñas dunas de arena rojiza nos encontramos con un salar. Se trata del Salar de Tolillar. Esto indica la proximidad del paraje Tolar Chico.


Así fue como a las 17:40 horas alcanzamos el paraje de Tolar Chico.




A partir de aquí el paisaje es realmente monótono, casi sin mayores atractivos. Talvez la tarde nublada y la amenaza de tormenta ayudaba a que el paisaje no fuera el mejor para las vistas. 
En estos veinte minutos que llevamos por la ruta discurrieron en diálogos y en llevar un control del mapa que había confeccionado. 


Entre charla y charla nos comimos el desvío a Mina Tincalayu, ubicado en el Km.88 de la Ruta Provincial 17, pero de ningún modo nos comimos el Km. 100 de la Ruta Provincial 17 que tenía para mostrarnos una gran sorpresa. 
Eran las 18 horas y suponíamos que íbamos a tener cuanto mucho, debido a la falta de sol por el cielo nublado, una hora más de luz.


El viejo cartel nada ofrecía de misterioso a no ser que en el mismo podía leerse que la Ruta Provincial 17 se trataba del Camino Nacional 5. Este misterio, aún no develado, constituye sin lugar a dudas toda una curiosidad.




Y ahí estaba yo levantando un poquito el cartel para que se vea bien las distancias. El pobre y viejo desvencijado cartel estaba amarrado con un gran tornillo y una tuerca haciendo de tope del lado de atrás en un poste reseco y semiresquebrajado. 
Así continuó nuestro camino rumbo al límite de Salta con Catamarca, lugar al que llegaríamos 12 minutos después.


El camino vuelve a mejorar - en realidad nunca dejó de ser malo - a punto tal que presenta nuevamente una especie de compactado de sal. Esto indica la cercanía del Salar del Hombre Muerto. 




Frente a nosotros tenemos un cartel que indica la proximidad de una bajada pronunciada. Antes de la bajada un balcón natural nos muestra la majestuosidad del Salar del Hombre Muerto. Estamos ahora si en las proximidades del límite de Salta con Catamarca. 
Abandonaríamos definitivamente la Provincia de Salta a las 18:12 horas, momento en que llegamos al cartel que indica el límite interprovincial. 




Había un terrible viento y faltaban todavía muchos Km. para llegar a Antofagasta de la Sierra. 
Teníamos certeza absoluta de que llegaríamos a Antofagasta de la Sierra durante la noche.
Abandonaríamos definitivamente suelo Salteño para meternos de lleno en la Puna Catamarqueña, nuestra última morada en este recorrido que dimos a llamar Transpuna 2009 por parte de quienes integramos esta maravillosa experiencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente Axel, excelente!
Sin duda tus crónicas serán nuestra mayor referencia.
Seguimos leyendo atentamente.
Saludos.
Chugo y Deborah.