jueves, 26 de noviembre de 2009

De Tilcara a Purmamarca.

Los V4 (4 Viajeros) nos levantamos todos bien temprano con el objetivo de desayunar lo antes posible.

Juan, Deborah y Axel desayunando. (Foto gentileza de Chugo).

 Previo a ello, tanto Juan como yo abonamos lo adeudado por nuestra estadía en el hotel y luego nos fuimos a desocupar las habitaciones.
Lo de Juan era más fácil ya que se encontraba en la Planta Baja. Pese a ello llevaba una gran cantidad de bolsos con provisiones, además de la ropa y los útiles y golosinas para los chicos de la escuelita de Cusi Cusi.
Lo mío era una mochila de 74 Lts.y un pequeño bolso de mano que adquirimos con Roslie en Villazón, Bolivia.
Chugo y Deborah mientras tanto ya nos esperaban abajo con todas sus cosas y con el desayuno a punto de ser servido. Cuando bajé con mis cosas y Chugo vió la mochila casi más se muere.
Debo confesar que en ese momento no noté ninguna expresión en su rostro.
Sólo después de haber desayunado y en forma muy tranquila me lo transmite y vemos la posibilidad de pedirle a Juan, quien contaba con más espacio en su vehículo, de meter allí la mochila en la parte de atrás.
Con respecto a ello, ya en el viaje, Chugo me confesó "cuando ví la mochila me quería morir!!!. Pensé que sólo traías la mochila chica".
Solucionado este asunto, lo que siguió fue poner a punto el Renault 12: verificar el nivel de aceite, apretar los bulones de las ruedas, verificar el filtro de nafta, las bujías y efectuar un cambio de las mismas.
Ya con todo en perfectas condiciones para salir, nos fuimos a la entrada - para nosotros salida - de Tilcara en donde había un mecánico y que todo se encuentre en orden. Mientras aguardábamos que el mecánico atendiera el auto, Deborah y yo salimos en búsqueda de frutas frescas, agua mineral, galletitas y algunos yogures. Para eso nos fuimos primero a la estación de servicio que se encontraba frente al taller - sobre la ruta - y luego nos fuimos al mercado. Mientras tanto también paseamos un rato y disfrutamos de la paz Tilcareña.

El cartel de bienvenida a Tilcara en la entrada al pueblo. Para nosotros la despedida.

Calle paralela al Río Grande.

la infaltable canchita de fútbol.

Al volver Chugo y Juan nos esperaban con todo en orden para salir.
En el camino Chugo y Deborah me señalan el lugar que le habían ofrecido a ellos tener en Tilcara por la módica suma de $ 6000,-. Se trata de uno de los barrios nuevos que se han construido recientemente y que se disputan su pertenencia entre Tilcara y Maimará.
El camino continúa en Maimará y el imponente marco de la Paleta del Pintor.
En el camino íbamos conversando sobre los paisajes. Otra vez estuvo presente en mis recuerdos el Antigal de Hornillos cuando pasamos por allí. Luego de le siguió la Quebrada de Incahuasi, la entrada a Purmamarca estaba próxima.
Así fue como llegamos a Purmamarca tomando la Ruta Nacional 52.
Nos detuvimos para tomar algunas fotografías en dos instancias: la primera cerca de la entrada al pueblo y la segunda frente al Hotel El Manantial del Silencio.

Purmamarca linda.

El 12 y el Cerro de los Siete Colores de fondo.

Cartel de la Ruta Nacional 52 en el Km. 3.

Juan, Chugo y yo en el Km. 3,5 de la Ruta 52 (Purmamarca).

Vista de Purmamarca (Ruta 52, Km. 3,5).

Chugo venía denotando que para encarar la Cuesta de Lipán el auto contaba con demasiado peso a cuestas. Es por eso que recurrimos a Juan nuevamente.
Yo me ofrecí a "alivianar dicho peso" pasando al auto de Juan. Así fue como pasé a ser el co-piloto de él.
Nuestro viaje sigue entonces en ascenso por la Cuesta de Lipán.

Aquí comienza otra parte de la historia.

2 comentarios:

Roberto dijo...

Axel: Tus crónicas son muy completas. Hacés vivir al viaje y eso está muy bueno!!!
Te mando un gran abrazo desde Jujuy.
Roberto Paniagua

Anónimo dijo...

Impresionantes tus crónicas, me encantaron!
Yo estuve con mi familia en uno de los Hoteles en Tilcara y también la pasamos excelente!
Saludos